martes, 3 de diciembre de 2013

Moxibustión

¡Hola de nuevo a todos! Hoy os vengo a hablar de la moxibustión que suele emplearse sola o acompañada de acupuntura y se basa en la aplicación de calor por medio de quemar la moxa (planta de artemisa, prensada) obteniendo unas altas temperaturas, de manera que al colocar la moxa cerca de la piel del paciente logramos dar calor en la zona logrando así reequilibrar la energía del paciente. 

Este método terapéutico tiene su origen después de que el fuego entrara en la vida del hombre. Es muy posible que cuando calentaban los cuerpos descubrieran de manera casual el alivio o desaparición de enfermedades al aplicar calor en determinadas partes. Más adelante se irían buscando diferentes formas de conseguir el mismo efecto térmico. En ese momento se descubre que la planta de la artemisa molida y prensada tenía un alto poder de concentración de calor y de cauterización. 

Para realizar la moxibustión, lo ideal es ponerse tumbado en la cama o en un sofá. Esta técnica se aplica en la parte anterior del cuerpo sobre tres puntos de un canal muy importante llamado "Rem Jaique” el cual nace en el perineo, asciende hasta la cabeza y llega hasta el labio inferior. Los puntos a "moxar "están juntos, desde el ombligo hacia abajo en una distancia de uno, dos y tres dedos (contados en la línea central desde el ombligo hacia abajo). Así, el puro se coloca a tres o cuatro centímetros de altura de esos puntos, hasta que la piel empieza a enrojecerse; esta será la señal que indica que se ha calentado bien la zona (no debemos quemar nunca la piel).
Esta terapia se puede utilizar directamente, con agujas de acupuntura, y también se puede quemar directamente «sobre» la piel del paciente. La Acupuntura y la Moxibustión pueden ser utilizadas aisladamente o en asociación. Es una técnica de fácil aplicación pero no por ello resulta una terapia simplista.

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